ESTE BLOG FUE CREADO PARA DAR A CONOCER LOS TIPOS DE TRASTORNOS DE PERSONALIDAD EXISTENTES, AL IGUAL QUE SUS CARACTERÍSTICAS, ASÍ COMO LA INFLUENCIA DEL ENTORNO SOCIAL EN LA MISMA.
martes, 28 de mayo de 2013
viernes, 24 de mayo de 2013
domingo, 19 de mayo de 2013
viernes, 10 de mayo de 2013
Trastorno antisocial de la
personalidad
La
sociopatía, también conocida como trastorno de personalidad
antisocial (TPA), es una patología de índole psíquico que deriva en que las
personas que la padecen pierden la noción de la importancia de las normas
sociales, como son las leyes y los derechos individuales. Si bien,
generalmente, puede ser detectada a partir de los 18 años de edad, se estima
que los síntomas y características vienen desarrollándose desde la
adolescencia. Antes de los 15 años debe detectarse una sintomatología similar
pero no tan acentuada, se trata del trastorno disocial de la personalidad.
Los sociópatas son personas que
padecen un mal de índole psiquiátrico, un grave cuadro de personalidad
antisocial que les hace rehuir a las normas preestablecidas; no saben o no
pueden adaptarse a ellas. Por esto que, a pesar de que saben que están haciendo
un mal, actúan por impulso para alcanzar lo que desean, cometiendo en muchos
casos delitos graves. Es común que se confunda a la sociopatía con otras
patologías de la misma clase, como podrían ser la conducta criminal, la antisocial
o la psicopatía.
Pero son trastornos, aunque relacionados, de diferentes características, con
otros tratamientos y consecuencias.
Características
Por medio del marco de evidencias
de las conductas patentizadas en el individuo, se puede catalogar la magnitud
en la persona. Se han encontrado
evidencias primordiales que son de guía para poder identificar algún trastorno
clínico en la personalidad del individuo, una de estas es la frecuencia e
intensidad de conductas. También, en las acciones antisociales hay conductas de
“baja frecuencia y alta intensidad” determinadas por el alto alcance del producto de tal conducta
que la frecuencia de la conducta durante el desarrollo normal en el individuo
(ej.: niño). Otra de las características que se observa es la repetición, la
longanimidad y magnitud de la conducta en el individuo. Por tanto, las características presentes son combinadas con el proceso de
determinación en índices clínicos de la conducta antisocial. Quiere decir
que los niños que presenten todos estos manifiestos como:
gravedad en la conducta, frecuencia y variantes, no son justificados como para
algún tratamiento clínico, ya que por su desarrollo de identificación de la
conducta está en combinación con su desarrollo normal.
Tratamiento
Las personas con trastorno de
personalidad antisocial no logran admitir que están frente a un problema que
debe ser tratado (egosintonía). Es por ello que es fundamental que exista un
estímulo externo que les permita aceptar dicha condición. Puede venir desde la
propia familia como también desde la justicia, que le ordene un tratamiento en
vistas de los problemas que le puede acarrear.
Este trastorno puede agravarse,
en algunos casos, especialmente cuando la persona a tratar tiene como hábito el
consumo de drogas. Muchos tipos de terapia pueden colaborar a sobrellevar de
mejor modo la enfermedad. La terapia grupal puede ser clave para hacer entender
a la persona que puede interactuar con los demás sin necesidad de violencia o
desprecio. La terapia de comportamiento cognitivo y la terapia de modificación
pueden contribuir a alterar los patrones problemáticos de pensamiento que el
tratado posee y a estimular los comportamientos positivos en sociedad.
Dentro de la órbita psiquiátrica,
los medicamentos se usan para combatir síntomas específicos, como la
agresividad y la irritabilidad. Los fármacos conocidos como “antipsicóticos”
han demostrado tener éxito en el tratamiento del trastorno. Si bien se
presupone que el TPA es una enfermedad crónica, algunos síntomas -especialmente
el comportamiento criminal- pueden ir disminuyendo con lentitud con el paso del
tiempo y un tratamiento adecuado.
miércoles, 8 de mayo de 2013
Trastorno histriónico de la personalidad
La característica esencial del trastorno histriónico de la personalidad es la emotividad generalizada y excesiva y el comportamiento de búsqueda de atención. Este patrón empieza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos. Los sujetos con trastorno histriónico de la personalidad no están cómodos o se sienten despreciados cuando no son el centro de atención. En general son vivaces y dramáticos y tienden a llamar la atención, pudiendo, al principio, seducir a sus nuevos conocidos por su entusiasmo, por ser aparentemente muy abiertos o por ser seductores. Sin embargo, estas cualidades van atenuándose con el tiempo a medida que estos sujetos demandan continuamente ser el centro de atención. Hacen el papel de ser "el alma de la fiestas". Cuando no son el centro de atención pueden hacer algo dramático (por ejemplo: inventar historias, hacer un drama) para atraer la atención sobre sí mismos.
El aspecto y el comportamiento de los individuos con este trastorno suelen ser inapropiadamente provocadores y seductores desde el punto de vista sexual. Este comportamiento está dirigido no sólo a las personas por las que el sujeto tiene un interés sexual o romántico, sino que se da en una gran variedad de relaciones sociales, laborales y profesionales, más allá de lo que sería adecuado para ese contexto social.
TRANSTORNOS DE PERSONALIDAD EVITADORA
La persona con un trastorno evitativo de la personalidad muestra timidez, poca fluidez verbal, conducta inhibida y sensibilidad excesiva ante acontecimientos que no son perjudiciales. Muestra excesiva sensibilidad ante la humillación y la exclusión. Se muestra invisible, tímido, desconfiado, ansioso y temeroso ante las evaluaciones negativas. Ha introducido las altas expectativas de sus padres y ha desarrollado un superyó exigente y tendencia a la introspección. A menudo ha tenido padres evitadores, exigentes, que le han rechazado o maltratado cuando era pequeño. Siente miedo ante el éxito y atribuye el éxito a factores externos. Se auto percibe como una persona de nivel inferior. Se dedica a trabajos inferiores a sus facultades y percibe a los otros como superiores. Mantiene el deseo de relaciones estrechas, pero evita las relaciones con personas que no muestran aceptación incondicional. Rompe lazos con la realidad, porque trata de evitar las emociones negativas.
En el tratamiento de las personas con trastorno evitatico se utilizan ansiolíticos y antidepresivos, técnicas de desensibilización sistemática, relajación y afirmación de sí mismo.
Ulises Xochipa Paredes
TRANSTORNOS DE LA PERSONALIDAD HISTERICA
El trastorno
histérico de la personalidad conduce, en algunos casos, al abuso de alcohol o
de otras drogas. Se recurre a estas sustancias para compensar los descensos
bruscos del estado emocional que suelen padecer estas personas ante una
frustración, ante un comentario desfavorable de otras personas, etc. El alcohol
o las drogas pueden ser un refugio, servir para aumentar la autoestima o
aliviar los síntomas ansiosos o depresivos, pero a medio plazo agravan la situación
y crean dependencia.
Generalmente,
el trastorno histérico de la personalidad termina produciendo, a medio o largo
plazo, distintas o neurosis depresivas. Sus síntomas más comunes son:
cansancio, disminución de la autoestima, inseguridad, indecisión, tristeza,
desesperanza, dificultades de concentración, angustia y alteraciones del sueño
y del apetito.
A veces se
puede llegar a establecer una doble personalidad o incluso una personalidad
múltiple, como si fuesen varias personalidades, con toda su estructura
distinta, las que conviven en esa persona. Con frecuencia estos fenómenos se
acompañan de períodos en los que no se recuerda nada de lo ocurrido (amnesia
psicógena) o de fugas por las que se realizan viajes inesperados e
injustificados de un modo casi automático (fugas psicógenas).
Principales
características de la personalidad histérica:
- Tendencia a la teatralidad y al dramatismo.
- Exagerada necesidad de estimación ajena.
- Tendencia a llamar la atención
- Egocentrismo.
- Hipersensibilidad emociones.
- Predominio de lo afectivo sobre lo racional.
- Tendencia a enfrascarse en fantasías.
- Excesiva dependencia de la opinión de los demás.
- Escaso autocontrol emoción.
- Tendencia a manipular a los demás y al chantaje afectivo.
- Inestabilidad emocional.
Ulises Xochipa Paredes
Suscribirse a:
Entradas (Atom)