TRANSTORNOS DE LA PERSONALIDAD HISTERICA
El trastorno
histérico de la personalidad conduce, en algunos casos, al abuso de alcohol o
de otras drogas. Se recurre a estas sustancias para compensar los descensos
bruscos del estado emocional que suelen padecer estas personas ante una
frustración, ante un comentario desfavorable de otras personas, etc. El alcohol
o las drogas pueden ser un refugio, servir para aumentar la autoestima o
aliviar los síntomas ansiosos o depresivos, pero a medio plazo agravan la situación
y crean dependencia.
Generalmente,
el trastorno histérico de la personalidad termina produciendo, a medio o largo
plazo, distintas o neurosis depresivas. Sus síntomas más comunes son:
cansancio, disminución de la autoestima, inseguridad, indecisión, tristeza,
desesperanza, dificultades de concentración, angustia y alteraciones del sueño
y del apetito.
A veces se
puede llegar a establecer una doble personalidad o incluso una personalidad
múltiple, como si fuesen varias personalidades, con toda su estructura
distinta, las que conviven en esa persona. Con frecuencia estos fenómenos se
acompañan de períodos en los que no se recuerda nada de lo ocurrido (amnesia
psicógena) o de fugas por las que se realizan viajes inesperados e
injustificados de un modo casi automático (fugas psicógenas).
Principales
características de la personalidad histérica:
- Tendencia a la teatralidad y al dramatismo.
- Exagerada necesidad de estimación ajena.
- Tendencia a llamar la atención
- Egocentrismo.
- Hipersensibilidad emociones.
- Predominio de lo afectivo sobre lo racional.
- Tendencia a enfrascarse en fantasías.
- Excesiva dependencia de la opinión de los demás.
- Escaso autocontrol emoción.
- Tendencia a manipular a los demás y al chantaje afectivo.
- Inestabilidad emocional.
Ulises Xochipa Paredes
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